domingo, 20 de enero de 2013

Los Santos Inocentes, Introducción. Laura Fantova y Alba Cemeli.


La novela de Los santos inocentes tiene su germen en <<La milana>>, un relato breve, un cuento que apareció en la revista Mundo Hispánico.

El cuento de la revista será integrado posteriormente en el primer libro de la novela.

Ilustraciones que muestran a Azarías y el búho, un señorito montado a caballo con una escopeta a la espalda señala que existieron dos fases en la redacción de la novela. Una primera en torno al año 1963 en la que serían redactados los tres primeros libros. Una segunda, en una fecha próxima a la publicación de la novela, 1981, en la que redacta los tres últimos libros y en la que se perfila plenamente la idea de la denuncia contra la injusticia social como tema fundamental del libro.

Las diferencias más significativas: el cambio de título de <<la milana>> por <<Azarías>>, la narración en <<la milana>> está organizada de forma tradicional. En Los Santos Inocentes, Delibes aplica innovaciones.

Alude el título de Los santos inocentes a la festividad religiosa que se celebra el 28 de diciembre y que se instauro en recuerdo de la matanza de los niños inocentes que murieron a manos de Herodes cuando sus soldados buscaban al Niño Jesús.

La novela es una denuncia contra la injusticia social, contra la opresión injustificada que sufren los desvalidos por parte de los poderosos.

Los inocentes son Azarías y Charito: porque son dos retrasados que viven fuera del mundo cotidiano; por extensión simbólica los inocentes son todos aquellos que pagan culpas ajenas como propias.

La Niña Chica, por su misma condición, queda excluida de cualquier consideración de tipo social.

Paco es caracterizado, su nota más relevante es un prodigioso olfato para seguir las presas abatidas, casi como un perro.

Régula asume su papel de víctima y lo despliega en ese <<a mandar, que para eso estamos>>.

Nieves es la criada de don Pedro, el cual pertenece a la clase de los opresores.

En cuanto al adjetivo del título del libro, se puede entender de diferentes maneras. La niña Chica y Azarías, son los más inocentes de todos los personajes. Paco, el Bajo, es fácil de engañar, pero lo hace porque proyecta en sí mismo la vida de sumisión que ha vivido en el cortijo. Nieves y el Quirce, también han vivido en el cortijo, pero éstos no son fáciles de engañar, ya que son conscientes de que existe otra vida, en la que la inocencia no sirve de nada.

“Inocente” también se puede entender como “libre de culpa”. Esto implicaría a Azarías y su acto final. Azarías sería inocente, libre de culpa, de la muerte de Iván porque se trata de un retrasado mental.

El conflicto que plantea la novela es la falta de libertad y la opresión y el sometimiento en que viven los personajes. El lugar en que suceden los hechos es en el campo, debido al cortijo. Por primera vez en la obra de Delibes, el campo es tierra de sufrimiento y explotación.

En Los Santos Inocentes aparecen enfrentados dos mundos: el de los opresores y el de los oprimidos.
El de los opresores es objeto de denuncia, se presenta como un mundo inmoral, contaminado y podrido, en el que las apariencias y las formas priman sobre el interior del ser humano. (Por ejemplo, Don Pedro es un cornudo; su esposa, una mujer provocadora; el señorito Iván, una encarnación del mal).
Por otro lado, el mundo de los oprimidos es el mundo de los marginados, de los explotados. (Por ejemplo, la familia de Paco). Es un mundo más sincero, es el mundo en el que Delibes vierte su compasión y donde aparece la denuncia social.

La denuncia social y el final trágico, aparece también en la obra Las ratas. Ambas novelas se cierran con un crimen. Estos crímenes responden al concepto de justicia natural, un concepto de justicia ligado a las leyes naturales.

En el plano superficial, Iván muere por haber disparado contra el pájaro, pero en el nivel profundo, Iván muere porque traspasa el mundo natural. Su muerte implica la restitución del orden natural.

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